Es difícil tener criterio cuando más de una voz parece querer tomar el control de tu cabeza. Eso se gana por estar años construyendo mundos en los cuales habitar en tiempos difíciles, para después deshabitarlos dejando en ellos el eco de lo que pasó en forma de fantasmas con voluntad propia.
Soy una persona considerada, no podría destruirlos por que se me hace algo muy cruel ya que estoy consiente que en el pasado me ayudaron. He ideado entonces, una manera un poco tonta pero funcional de lidiar con ello. Fiestas del té. Si, fiestas del té, donde nos reunimos todos en una mesa grande a platicar sobre temas variados en el jardín del castillo que actualmente me sirve de refugio mental.
Hay veces que los fantasmas se ponen un poco sentimentales, pero me las arreglo para que sus preocupaciones no interfieran con mis pensamientos. Por ejemplo, les hablo de lo que tengo actualmente fuera de las murallas de mi mente y ellos se quedan totalmente fascinados al oír las historias tan fantásticas que vivo con mi hermoso caballero (al cual, si se me permite decir, amo mucho y es la razón por la que me tomo la molestia de ordenar mis asuntos secretos).
Ah! mi caballero, es el tema central de mis sonrisas...anoche la fiesta del té se puso bastante incomoda, ya que se unieron varios fantasmas para hacer coro en recuerdos, pero logré tranquilizarlos y, ahora que el sol ha venido a develarnos un nuevo día, todo está en orden y mis pensamientos nuevamente navegan por el recuerdo de mi caballero.
† Kami Swidch †
1 comentario:
suena a diario de vida.
Me encantó.
besitos ^-^
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